jueves, 4 de junio de 2015

Artículo final sobre el trabajo literario en Educación Infantil.

Para finalizar la asignatura de Literatura Infantil, voy a realizar el artículo final sobre el trabajo realizado durante todo el semestre en este blog. En él, pondré las ideas clave que han sustentado la asignatura. Explicaré también de qué manera aplicaré todo lo aprendido en mi futuro profesional, en el aula con los niños/as, criticando las malas prácticas usuales y demostrando mi nueva visión gracias a todo lo que esta asignatura me ha aportado.

Este blog me ha servido muchísimo, pues he podido reflexionar sobre toda la asignatura a través de la realización de las actividades que nos mandaba la profesora. Me ha parecido una manera muy útil, creativa y valiosa para hacer un seguimiento de todo lo que he aprendido.

Creo que, la creación de este blog, me ha permitido aprender un montón de cosas sin necesidad de hacer un examen en el que me evalúen los conocimientos que, únicamente, me aprendería para ese momento y, luego, olvidaría.

Otra de las cosas que me han parecido imprescindibles, es la implicación que todos hemos tenido (tanto mis compañeros como yo) a la hora de comentarnos cada una de las entradas del blog para poder dar nuestra opinión, felicitarnos por el trabajo bien hecho, mejorar lo que teníamos un poco peor, criticarnos constructivamente, etc. Pues es una manera de ayudarnos y poder ver otros puntos de vista. Por supuesto, también los comentarios de nuestra profesora Irune para poder siempre tener una entrada perfecta.

Para hacer un artículo más ordenado, he pensado en ir bloque por bloque analizando las ideas principales y reflexionando sobre ellas sin olvidar de qué forma me servirán en mi futuro como maestra.


Bloque 1


A modo de introducción, quiero decir que los maestros/as tenemos que tener en cuenta que, los textos literarios que utilicemos en nuestra aula de Educación Infantil, van a ser clave para el desarrollo de los niños/as tanto a niveles afectivos como de conocimiento. Gracias a la literatura infantil (literatura por supuesto de calidad) desarrollan su pensamiento, pues tienen la posibilidad de imaginar, fantasear, identificarse con los personajes, etc.

En la actualidad, hay muchos libros para niños/as que no son literatura infantil aunque los llamen así. Debe distinguirse con claridad lo que es literario de lo que no lo es y diferenciar los libros imaginativos y de ficción de los libros informativos y de conocimientos más o menos “disfrazados” de cuentos que confunden la literatura con la didáctica.

En este bloque, he aprendido la diferencia que existe entre literatura y paraliteratura que, anteriormente, no sabía. Me acuerdo perfectamente de cuando empezamos la primera clase de la asignatura, donde ya de por sí no diferenciaba los libros literarios de los paraliterarios.

Ahora entiendo que, la literatura, no está creada para enseñar ni inculcar pensamientos o valores.

Para que un texto sea considerado literario, ha de cumplir con:
  • Ha de ser el artístico, pues la literatura es el arte que utiliza las palabras (como puse en mi primera entrada de este blog).
  • Predomina la función poética.
  • Debe pertenecer a uno de los tres géneros literarios: narrativa, poesía y texto teatral.
  • Ha de ser un texto de ficción aun cuando esté inspirado en hechos reales.
Sin embargo, la paraliteratura es para informar o enseñar algo, es decir, nos inculca enseñanzas moralizadoras como las fábulas, las biografías, etc.

Cuando estuve en mis primeras prácticas en un aula de Educación Infantil, recuerdo que las maestras siempre decían: “Léeles un cuento” y me daban algún libro que estuviera en lo alto de una estantería sin molestarse si quiera en analizar si era literario o no y cuál podría ser adecuado para la edad de los niños/as. Recuerdo que muchos de ellos tenían un fin pedagógico que es justo lo que hace que el libro no sea literario. Otros, simplemente eran imágenes de Disney en el que tú mismo tenías que inventar la historia porque sólo aparecían los personales señalando cosas del entorno para que los niños/as supieran lo que eran las cosas u objetos que se utilizan en la vida cotidiana. Aún así me decían: “Léeles un cuento” como si eso se pudiese leer…

Una vez analizado el tema sobre el que trata el bloque 1, Irune nos propuso hacer una actividad en la que teníamos que realizar un análisis de un cuento que eligiéramos.

El análisis consistía en pensar primero la edad de los receptores. Luego, en hacer la ficha bibliográfica y comentar los aspectos referentes al formato del libro, es decir, al aspecto externo, las ilustraciones y la tipografía. Una vez hecho esto, teníamos que analizar todo lo relacionado con el contenido, es decir, la parte que a mí personalmente más me costó. Como nunca había hecho una actividad de este tipo, pensé que no sería capaz de hacerla bien y tenía un montón de dudas según iba avanzando mi trabajo.

Tuve que distinguir entre el tema principal y los temas secundarios. Para esto, no bastaba con ceñirte al título del libro, sino en ir más allá y pensar que es lo realmente importante, en lo que realmente nos aporta.

Después, tuve que analizar la estructura (lineal, acumulativa…) y, cómo no, los protagonistas de la historia, concretando sus comportamientos, pensamientos, etc. y si se adecuaban a la edad de los niños/as diciendo si éstos podían identificarse con el/la protagonista dando mucha importancia al pensamiento animista.

Por último, otra cosa fundamental para un buen análisis, era decir los valores y contravalores de cada uno de los personajes, así como el lenguaje utilizado por el autor.

Una vez terminado, hice unas breves conclusiones para dejar más claro si el día de mañana utilizaría ese libro en el aula de infantil y si sería realmente recomendable para la edad a la que estaba dirigido mi análisis.

La verdad que este primer bloque me ha servido de mucho y he aprendido muchas cosas, pues en la actualidad muchos maestros/as no tienen para nada en cuenta la necesidad de analizar los libros literarios para saber si son adecuados o no para la edad de los receptores en cuanto a todos los apartados que he ido nombrando anteriormente. Creo que no se le da la importancia que realmente tiene la literatura infantil y debemos ser conscientes de que los niños/as pueden disfrutar muchísimo con ella si somos capaces de implicarnos como debemos en nuestra labor profesional y protegerla dentro del ámbito de la educación, pues tiene mucho valor en nuestras vidas.

 Como dice Fernando Savater (1989, 10): «Si desapareciera la literatura no perderíamos un arte, sino el alma».




Bloque 2

En este segundo bloque, se analizan los textos folclóricos.

Las tres características fundamentales son:
  • El anonimato.
  • La oralidad.
  • La multiplicidad de variantes.
Hay dos tipos de folclore, en prosa (considerado literatura “de grupo” o “de familia”) y en verso.

Respecto a los textos folclóricos en prosa, destacan los mitos, leyendas, fábulas y cuentos. En este bloque hemos podido ver algunas diferencias entre cada uno de ellos.
  • Mito: relato tradicional que cuenta la actuación memorable de dioses o héroes en tiempos prestigiosos y lejanos.
  • Leyenda: transmisión de un suceso que, por extraño o milagroso que sea, se recuerda como verdadero.
  • Fábula: breve y con sentido moral e intelectual, protagonizada por animales que reflejan actitudes y pasiones humanas. Su intención es moralizante y concluye siempre con una moraleja explícita.
  • Cuento: relato breve de asunto ficticio y carácter lúdico surgido de la tradición oral. Por ejemplo los cuentos de animales, de fórmula, de hadas o cuentos maravillosos (Vladimir Propp).
Como bien nos dijo la profesora, la principal función de estos textos es la lúdica, pues se contaban en grupo y en reuniones “al calor de la lumbre” por la noche y para recordar realidades que se contaban como cuentos y cuentos que se narraban como verdades.

Los niños/as aprenden jugando, y con los textos folclóricos infantiles en verso ejercitan su motricidad y su memoria. También, desarrollan la creatividad, imaginación y la fantasía. Ejemplos claros de esto son los trabalenguas, juegos de palabras, villancicos, refranes, adivinanzas… Con los que sin duda se divierten un montón y despiertan considerablemente su interés. ¿Quién no ha escuchado alguna vez la canción de “Pinocho fue a pescar al río Guadalquivir”? Y… ¿Quién no ha intentado decir alguna vez el refrán de “el cielo está enladrillado”? O… ¿La adivinanza de “este banco está ocupado por un padre y un hijo”? Y… ¿El juego mímico de “cinco lobitos tiene la loba”? Podría decir un montón de textos folclóricos en verso que, a mí personalmente, me encantaban cuando era pequeña. Por eso, pienso que cualquier niño/a disfrutaría enormemente de estos textos.

Creo que el papel de los maestros/as es fundamental y por ello tenemos que trabajar el folclore tradicional en el aula con los recursos más conocidos y comunes para luego, buscar manifestaciones de la tradición oral en el ambiente familiar (abuelos/as, vecinos/as, etc.) para hacerles partícipes a todos de esta tarea e implicarles de forma muy activa.

Otro punto del folclore, es el teatro folclórico infantil (historias del teatro de títeres y marionetas).



En este bloque también he aprendido los fundamentos del cuento maravilloso (en muchos casos ritual o religioso). Muchos cuentos eran inventados y/o utilizados por chamanes, druidas, magos y educadores para enseñar al niño su cultura y su medio.

No sabía que cuando decimos “érase una vez” o “colorín colorado este cuento se ha acabado” estamos haciendo fórmulas de entrada y salida. Me ha llamado la atención porque, muchas veces, hablamos de las cosas y decimos expresiones a las que realmente no ponemos nombre creyendo quizá que forma parte del propio cuento.

También me ha parecido muy interesante el apartado de qué son los motivos de los cuentos, pues no tenía ni idea de que eran y las variedades que existen:
  • Tesoros ocultos, física o psicológicamente.
  • Viajes y búsqueda.
  • Fuga y persecución.
  • El reino de los muertos o el reino de las hadas.
  • Etc.
Por último, destacaría en este bloque la clasificación de personajes más populares de los cuentos maravillosos, pues a todos los niños/as les encantan. Por ejemplo los héroes y/o las heroínas, las hadas, los duendes, los gigantes, los ogros, las brujas, los magos, los genios…

Una cosa que debemos tener en cuenta los maestros/as de Educación Infantil respecto al folclore, es que no tenemos que explicar los textos a los niños/as porque estaríamos deshaciéndonos de la magia que tiene el mismo. Por eso, debemos dejarles imaginar, descubrir por sí mismos y sentir lo que realmente les está trasmitiendo el texto en cada etapa de su vida. A medida que van creciendo y desarrollándose, son capaces de ir entendiendo  cosas que probablemente, antes no entendían.

Una vez analizados los textos folclóricos y resultas las dudas en clase, la profesora nos propuso hacer una actividad relacionada con la adaptación de un texto folclórico que nos había contado ella en clase: La princesa y los siete bandoleros.

El objetivo de esta actividad es que, aunque no deben reducirse o censurarse los cuentos folclóricos en el aula (porque se crea que el niño/a no los va a entender), hay que saber adaptarlos para eliminar los momentos demasiado violentos, morbosos, extremos… Pues no dejan de ser niños/as.

Al principio vi imposible eso de mantener una estructura, es decir, el esqueleto de la historia. Es verdad que teníamos varios ejemplos hechos en clase pero me parecía difícil y, en un primer momento, no sabía ni cómo empezar a realizar la actividad.  Luego, pensé en realizar un pequeño esquema para no olvidar las partes más importantes del cuento folclórico que marcaban un antes y un después en la historia. Así, conseguí echarle un poco de imaginación y realizar mi cuento adaptado respetando las partes clave y eliminando aquéllas cosas o detalles morbosos o violentos que contenía (sin quitar aquéllas que yo pensaba que el niño/a no iba a entender).

Creo que he aprendido mucho de este bloque tanto para completar mis conocimientos como para eliminar aquéllos que tenía erróneos. Esto me servirá para mi futura labor profesional, pues cuando estuve en las prácticas recuerdo que no se trabajan prácticamente nada los textos folclóricos. Un día salió el tema de los trabalenguas y, en un pequeño descanso de cinco minutos, estuvimos diciendo uno con los niños/as. Otro día, en un hueco libre antes de bajar a comer, hicimos unas cuantas adivinanzas. Son los únicos días en todo un mes que se trabajaron los textos folclóricos (en poquísimo tiempo).

El día de mañana, me gustaría trabajar en mi aula con los niños/as tanto los textos en prosa como los textos en verso del folclore, pues me parecen imprescindibles para que aprendan y se diviertan a la vez, desarrollando su imaginación, su fantasía, su pensamiento en general. Creo que una de las cosas que más haría serían funciones con títeres y marionetas, pues me acuerdo que, cuando yo era pequeña, mi padre siempre me llevaba al Retiro a verlas y nunca quería que acabasen, pues eran momentos en los que no podías parar de reír (aunque ni siquiera entendiese muchas cosas), eran momentos mágicos.

Para finalizar, la actividad realizada en el blog de este bloque también me ha parecido fundamental para saber hacer adaptaciones de cuentos folclóricos, ya que en el futuro podemos aplicarlas en el aula.



Bloque 3

En el tercer bloque de la asignatura, pudimos trabajar la hora del cuento y sus diferentes formas de transmisión.

Hay que tener claro que, el momento de leer o contarles un cuento a los niños/as puede surgir de forma inesperada, espontáneamente. Esto puede ser mucho más gratificante para ellos.


En cuanto a las formas de transmisión literaria, hemos trabajado tres:

  • El cuentacuentos: No se utilizan ilustraciones. Considero que es una manera muy buena de que los niños/as desarrollen su imaginación y su fantasía, pues no ven imágenes físicas, sino que tienen que tener la capacidad de generarlas en su mente. Hay que tener en cuenta la edad de los receptores a quiénes les contamos la historia aunque muchas veces pidan que se la repitas una y otra vez para comprenderla del todo. Para hacer cuentacuentos, los maestros/as deben saberse muchos cuentos a lo largo de su vida profesional. No hay que olvidar que hay que tener un buen tono de voz, subiendo y bajando la misma en las diferentes partes del cuento. También, saber gesticular correctamente, hacer pausas cuando e requieran porque además dan misterio a la historia, mantener un buen ritmo, expresarse adecuadamente, etc.
  •   La narración con libro: Libro para ser leído y mostrado a la vez, por eso en esta estrategia son importantes las ilustraciones. En realidad, es muy parecida al cuentacuentos, ya que el cuento se narra sin leerlo de forma literal, es decir, se cuenta pero con ayuda de las imágenes. Así, la persona que está contando el cuento puede ver si los niños/as se están fijando bien en los detalles, los movimientos, los gestos, etc. Otro punto a tener en cuenta es que el narrador tiene que conocer también muy bien la historia que transmite con sus palabras e interactuar con los receptores de manera continua. Sería importante que el cuento fuera de tamaño grande para que los niños/as pudieran ver las ilustraciones sin problemas.
  •  La lectura: Es fundamental que los niños/as escuchen y entiendan los cuentos que se les leen y que compartan con los demás esa sensación de emoción, expectación, silencio y comprensión. Los cuentos en Educación Infantil son (o deberían ser) un ejemplo de texto elaborado para ser leído en voz alta de forma que los receptores puedan acceder a la historia. Por esta razón, hay que tener muy en cuenta la manera de leer el cuento, haciendo hincapié en el volumen, la entonación, la expresión, ritmo, pausas y todo lo necesario para que los niños/as no pierdan el interés por la lectura. Así, disfrutarán mucho y se divertirán usando también su imaginación y fantasía.
    Al final de la lectura se les pude enseñar las imágenes del libro para que ellos mismos hagan una comparativa de lo que se habían imaginado y lo que realmente son las ilustraciones para así satisfacer su curiosidad.
Recuerdo que en mis prácticas se hacía mucho lo de la hora del cuento, pero no de la manera en que se tendría que hacer. No se dedicaba el tiempo necesario, no se ponía demasiado interés en hacerlo bien, a lo mejor se ponía el cassette en clase y cuando terminaba el cuento no se les hacía preguntas sobre él, etc. ¿Qué debería parecernos que los niños/as escuchen un cuento de una “máquina” en vez de hacerlo de nosotros mismos, los maestros/as?

Otra de las cosas de las que me acuerdo es que se hacía sobre todo antes de que los niños/as se fueran a casa por las tardes para tenerles más entretenidos hasta que les viniesen a buscar. Esto tenía muchas desventajas, pues aparte de juntar a todas las clases (de tres a seis años) siendo un auténtico descontrol, muchos de ellos no terminaban ni de escuchar los cuentos.

A veces, yo misma intentaba contar algún cuento sin tener ningún tipo de experiencia en hacerlo, pues nadie me había enseñado ni conocía bien las técnicas que hemos trabajado en este bloque. Lo que sí sé es que le ponía mucha más emoción y ganas que las propias maestras de la escuela.

Por esta razón, el día de mañana como futura maestra, quiero conocer bien estas estrategias, practicándolas y por supuesto sabiéndome muchas historias con las que hacer disfrutar a los niños/as y desarrollar su imaginación e inculcarles el gusto por la literatura. Además, me parece algo imprescindible para cultivar su desarrollo cognitivo.

Para trabajar este bloque, la profesora nos propuso hacer un taller cooperativo de comunicación literaria preparando una estrategia diferente de las nombradas anteriormente para compartirlo con los demás. Nos colocamos por grupos de tres y practicamos nuestra técnica para luego intercambiarnos con otros grupos e ir mejorando nuestros fallos, intercambiando opiniones, críticas constructivas e ideas.

Sin duda me sirvió de mucho para saber todas aquéllas cosas que no hacía de manera adecuada o que simplemente podía mejorar para mi futuro profesional.



Bloque 4

En este bloque hemos podido trabajar la creación literaria con y para los niños de infantil.

Cuando los maestros/as tienen realmente interés en que sus alumnos/as puedan disfrutar de libros que respondan a sus intereses y necesidades, a los contenidos curriculares de cada una de las unidades didácticas o proyectos que se trabajan a lo largo del curso, a las emociones personales de los niños/as, etc. deben usar su imaginación y creatividad.

Crear un libro no es nada complicado, pues con mantener una estructura sencilla, lineal y reiterativa es suficiente. Los niños/as deben identificarse con los personajes y aportar en ellos cierto elemento mágico o exótico. Deben existir también enseñanzas evidentes en el terreno de los conceptos, procedimientos o actitudes y usar un vocabulario adecuado. Como complemento se puede ilustrar el libro para que las imágenes predominen sobre el texto. Deben de realizarse en poco tiempo.

En la creación de libros, el maestro/a puede hacerlo con los niños/as convirtiéndose en mediador/a de la actividad para fomentar la creatividad y la fantasía, coordinando turnos de palabra y elaborando la redacción definitiva.

Distinguimos tres tipos de creación de libros:
  • En prosa.
  • En verso.
  • Dramática.
Podemos usar distintas estrategias muy sencillas para crear nuestros propios libros si en un principio no tenemos imaginación suficiente o nos parece demasiado difícil inventarnos historias.

Para trabajar este bloque, la profesora nos dijo que hiciéramos tres creaciones (las anteriormente nombradas) y que una de ellas fuera en formato libro, es decir, usando materiales y llevándolo a cabo para subirlo al blog y ver el resultado.

Al principio creía que era imposible que yo pudiera hacer tres textos distintos, pues nunca he destacado por mi imaginación. Gracias a las estrategias que la profesora nos proporcionó en los apuntes me puse manos a la obra y me empezaron a salir las ideas solas.

Me pareció realmente divertido, por lo que estoy segura de que los niños/as también se lo pasarían muy bien haciendo este tipo de actividad.

He aprendido a tener mucho cuidado con los pequeños detalles, usando materiales adecuados, no tóxicos y llamativos, fáciles de manejar pero difíciles de romper, evitando los que pudieran hacer daño o remediándolo de alguna manera, de colores y texturas distintas. También a usar un tipo de letra adecuado para que los niños/as la pudieran reconocer sin problema.

Creo que todos los bloques están relacionados unos con otros y a medida que he ido avanzando me han ido sirviendo de ayuda para hacer las actividades mejor y más fácilmente.

De cara al futuro no dudaré en crear distintos libros tanto yo misma como con los niños/as y dedicaré un espacio en la estantería únicamente para ellos. Cuando estuve en las prácticas no pude disfrutar de ningún libro que fuese creado en el aula así que me llamó mucho la atención cuando Irune nos propuso hacerlo. Ha sido, sin duda, una gran experiencia.




Bloque 5

Para finalizar este artículo, hablaré sobre el último bloque de la asignatura, la biblioteca de aula y animación a la lectura.

Es necesario poseer un rincón de lectura o una biblioteca de aula, ya que es un elemento indispensable e insustituible en el  proceso enseñanza-aprendizaje. Como comentamos mi grupo y yo en la actividad de este bloque, constituye en muchas ocasiones, el primer contacto de los niños y niñas con las fuentes de información (su manipulación, observación, etc.) Esto les permitirá más adelante, la adquisición de múltiples capacidades para su futuro desarrollo. Lo más importante de tener una biblioteca de aula, es que potencia las actividades libres y motivadoras para ellos.

Para crear una biblioteca de aula, tenemos que atender a distintos aspectos:
  • Elección y decoración del espacio: debe ser agradable, amplio y luminoso. Acondicionado con almohadones, colchonetas y alfombras, así como con mesas y sillas apropiadas para las edades de los niños/as. Deberíamos tener en cuenta que deben sentirse cómodos, como si estuvieran en su propio hogar, con los materiales a su altura para favorecer la actividad autónoma, evitando la sobrecarga en la decoración, etc. La organización del espacio es fundamental para que podamos proporcionar a los niños y niñas un entorno rico, que sólo con entrar en ella sea ya un acto educativo.
  •   Selección y gestión de fondos: hay que tener en cuenta la etapa evolutiva de los niños/as para saber mejor los intereses y posibilidades en relación con el libro y la lectura.
  •   Animación y motivación: la familia es el primer mundo del niño/a y, si crece rodeado de libros y de lectores, la motivación hacia el hábito de la lectura estará muy arraigado en él. Existen varias estrategias de animación como dibujar los personajes, seriar dibujos, gesticular sobre lo narrado, representar la acción de algún personaje, etc.
El objetivo de la actividad que en este caso nos propuso la profesora, era crear por grupos una biblioteca de aula siguiendo unos puntos concretos (situación de aula, diseño, contenido/fondos, organización y gestión y dinamización y animación).

Creo que ha sido muy buena idea trabajar en grupo ya que muchas veces puedes recoger ideas de tus compañeros/as que a ti no se te habrían ocurrido. También entender distintos puntos de vista y discutir sobre las cuestiones de la actividad siempre ayudándonos para realizar un buen trabajo.

El día de mañana, si tengo la oportunidad, me gustaría crear mi propia biblioteca de aula para que los niños/as la disfruten y cojan ese hábito tan interesante e importante de la lectura. Con todas las cosas que he prendido en este bloque, estoy segura de que podría hacer un espacio muy bueno y lleno de magia.



En mis prácticas, no existía un espacio para la biblioteca. Es más, no había biblioteca en toda la Escuela Infantil. En clase tenían una pequeña mesa donde ponían amontonados todos los libros sin estar clasificados, ordenados, etc. Realmente no le daban la importancia que realmente tiene la literatura infantil en general.

Muchas veces, en los ratos libres de los niños/as no les dejaban coger libros porque decían que era momento para jugar a las construcciones, o que sino todos querrían coger uno y sería un descontrol. Estas actitudes sirven para plantearme realmente lo que quiero yo en mi futuro profesional y para los niños/as, y de qué manera debo hacer que la literatura sea una parte indispensable en el aula.

Para terminar mi artículo, me gustaría destacar que ha sido una experiencia muy buena para mí, pues he aprendido un montón de cosas que no pensé que podría aprender de esta manera. Los comentarios de mis compañeros/as y de mi profesora, las clases, todo en general me ha servido muchísimo para mejorar cada día un poco más. Estoy realmente contenta con esta asignatura y estoy segura de que podré aplicarla el día de mañana como futura maestra de Educación Infantil.




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